Teresa Carvallo nos lleva de la mano de sus murales cerámicos a sentir la convivencia de hombres y mujeres en los baños, territorios poco explorados y generalmente minimizados como escenarios de cotidianidad y pasión. La vida, nos dice
Carvallo, se expresa en todas partes y con mayor razón en los baños donde hombres y mujeres pasamos tanto tiempo. Escenas cargadas de sensualidad, humorismo y, por qué no decirlo, filosofía, se suceden en un continuo cotidiano como el hombre
que pinta las uñas de una mujer sobre la tapa del inodoro, las ceremonias de higiene matinal o el recuerdo de las pastillas que modulan nuestra cordura.